Entramos a montar un par de días antes, el martes y miércoles de la semana pasada. Tuvimos la suerte de contar con la ayuda de Juan Gómez-Cornejo -responsable de nuestro diseño de luces- que vino para echarnos una mano en la adaptación. La sala tiene el techo bajo y el público está dispuesto a tres bandas, Juan sacó el mayor partido a estas peculiaridades. Su trabajo, como siempre, exquisito.
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| Juan Gómez-Cornejo, el mago de la luz. |
El estreno fue bien, no me sentí especialmente nerviosa aunque, ya se sabe, la energía de los estrenos siempre es un poco tensa; al día siguiente tuvimos un público muy joven. Me sorprendió su entrega y libertad para reír y llorar. Y, claro, cuando esto ocurre, una vuela. Esta segunda función fue muy bonita, me atrevería a decir que de las más bonitas que hemos vivido hasta la fecha; después nos ha pillado el puente de San Isidro, en el que Madrid se ha quedado prácticamente vacío y ha estado más floja la entrada de público. Pasada la fiesta, parece que remonta la cosa.
Os recuerdo que hasta el día 16 de mayo inclusive hay una oferta en el precio de las entradas: introducir el código REQUIEM-BV.
El día 24 se celebrará un coloquio abierto con el público tras la representación.
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