martes, 20 de julio de 2021

Aveinte, Ávila.

El pasado 26 de junio realizamos una función en el Teatro Adventium que Alfonso Pindado (director de la desaparecida y emblemática sala Triángulo de Madrid) ha levantado con sus propias manos en su pueblo natal: Aveinte (Ávila). El espacio escénico está ubicado en lo que es la planta superior y debajo está preparado con varios dormitorios y un comedor con cocina además de un taller dispuestos para albergar a los creadores / estudiantes de teatro que se desplacen hasta allí para realizar un laboratorio o los ensayos de sus espectáculos desde la tranquilidad y concentración que ofrece un retiro en el pueblo. 

De vez en cuando, como en este caso, se realizan algunas representaciones puntuales para los lugareños. A este respective, decir que el público reaccionó francamente bien y tuvimos la sala llena. Entre ellos nos honró con su presencia la mamá de Alfonso P., una preciosa y vital anciana de noventaimuchos años que se subió las escaleras de acceso al espacio con más agilidad que yo, que -todo hay que decirlo- andaba esos días con una ciática de aquí te espero. Tuve el placer de conversar con ella tras la representación y me contó muy orgullosa que vivía sola y se hacía todas las cosas de la casa. Al día siguiente nos comunicaron que esa misma madrugada había tenido una caída y había sido hospitalizada, por suerte ya está fuera y recuperándose al amor de su descendencia, la saga de los Pindado, que no es poca. Desde aquí le deseamos mucha salud y pronta recuperación. Antes de la función tuve tiempo para repasar el espectáculo, las cabecitas de sus dos bisnietas curioseaban tras las rendijas de la cámara negra, está claro que llevan el veneno del teatro en la sangre. 


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Hace seis años deshacíamos tu casa, papá, y en este mismo lugar, mi muro del Facebook, anunciaba los muebles, libros, plantas… en el ánimo de que pudieran continuar su vida más allá de ti. Y mira, hoy me he reencontrado con tu sofá, en el que te encantaba pegarte siestas o tirarte horas viendo los vídeos que grababas, ¿recuerdas? Ahora está colocado en el recibidor de un teatro que han abierto en un pueblo de Ávila que se llama Aveinte y resulta que esta noche actúo en él con ‘Réquiem’. Qué casualidad, ¿verdad? Me ha encantado volver a sentir su abrazo y acariciar su piel. Bueno, pues nada más que era contarte eso.


He hecho esta entrada un poco tarde, pero vinieron las vacaciones y...

Para terminar envío desde aquí saludos a Jaime que me escribió hace unos días un correo preguntando cómo se podía inscribir al blog, tampoco tenía yo mucha idea. A ver si te llega la notificación...