Sobre las actuaciones en el Fernán Gómez

Ha pasado demasiado deprisa, ¡volando!: ya hemos terminado con las funciones del Fernán Gómez. Me llevo un recuerdo precioso del personal del teatro, en todas sus secciones: técnicos, limpieza, taquilla, acomodadores, jefes de sala, seguridad, comunicación, producción, programación; también de los camareros y camareras de la cafetería del Centro. ¡Qué gran equipo! Tanto a nivel humano como profesional. Desde aquí, muchísimas gracias a todos, de mi parte y de la de Rosa (técnica de Réquiem), que se ha quedado tan enamorada de vosotros como yo. Gracias también a la Sala Jardel Poncela, su espacio físico, en el que hemos estado realizando las representaciones: sus tablas, focos, butacas, camerino, chácena, cabina, pasillo de entrada al escenario, fuente de agua y sus vasitos de plástico..., elementos con los que también hemos entablado un vínculo amoroso. 

Quiero resaltar la gran labor -no la conocía hasta ahora- que están haciendo los teatros que pertenecen al Ayuntamiento (Fernán Gómez, Español, Matadero, Circo Price y Conde Duque) con los jóvenes entre 16 y 26 años: sacándose el 'JOBO' pueden asistir a ver los espectáculos que tienen programados de manera gratuita, subvencionando el Ayuntamiento sus entradas. De esta manera, ellos pueden ver muchos más espectáculos de los que su nivel económico les permitiría ayudando al mismo tiempo a las compañías, pues las facilitan tener un público que de otra manera no tendrían. Lo mejor de todo es que funciona. Hemos tenido muchísima gente joven viendo el espectáculo, lo que ha sido una alegría y un gran descubrimiento. Uno -una en este caso- siempre tiene sus prejuicios y piensa que determinados temas en un espectáculo no despertarán interés en un público muy joven. ¡Mentira!, son muy libres para dejarse emocionar; es un público deseoso de ahondar en temas profundos. Me me han dado una gran lección y proporcionado una gran esperanza, pues es en sus manos y corazones donde el teatro comienza a asentarse.

Y, con respecto a Réquiem, decir que el espectáculo ha gustado -en general- mucho, cuando empezaba a correrse la voz se han cortado las funciones. Es algo que suele ocurrir. Una pena, las programaciones cada vez son más cortas, es la tendencia. Esperemos que la cosa no quede aquí y salgan otras oportunidades de mostrarlo. De momento no tenemos actuaciones por delante pero, cualquier cosa que surja, la comunicaré por aquí. GRACIAS y hasta la próxima. 

La Piedad. Foto: Rosa Herrera.

¿Casualidades?

Iba por la calle pensando que solo nos quedan tres funciones en el Fernán Gómez y que qué penita terminar, cuando me encuentro con esto tirado en el suelo...

...en Réquiem hay un momento en el que hablo de la única lágrima que he podido llorar por la muerte de mi padre, en ese momento cojo un cristal de la lámpara de araña -del estilo a los que me he encontrado- para evocarla. ¿Casualidades? 

Momento de la obra al que me refiero. Foto:Rosa Herrera.

Acciones de promoción

Reparto de Flyers

Una de las acciones que estoy haciendo para promocionar las funciones que estamos realizando en el Teatro Fernán Gómez es esta que podéis ver en el vídeo. Consiste en tocar la canción de Los campanilleros, muy representativa del montaje, al acordeón mientras reparto flyers a la gente que está tomando algo en las terrazas de la calle Argumosa. Para darle un punto de teatralidad que recuerde al espectáculo, llevo hecha una trenza con corbatas de peinado.



Escribir con corbatas 

Otra, es escribir en diferentes lugares de la ciudad el título de la obra o cualquier información en relación a las funciones (códigos de descuento en las entradas, si es mi día libre, hasta cuando se puede ver la función, el día que haremos un coloquio abierto con el público (24 mayo)...) con corbatas de manera que se asocie a nuestro cartel, en el que también va escrita la palabra Réquiem con ellas. Después realizo un vídeo que recoja el mensaje escrito y una panorámica del lugar en el que estoy realizando la acción y lo cuelgo en las redes. Normalmente no aparezco yo en los vídeos pero en esta ocasión me acompañaba mi técnica y amiga, Rosa Herrera, y fue ella quien realizó el vídeo.

La Milagrosa

Ayer, de camino al teatro, me encontré esta imagen. La Milagrosa es la clínica donde estuvo ingresado mi padre y donde comencé a escribir el texto de Réquiem. Curioso, ¿no?

Comienzos en el Fernán Gómez

Estrenamos el pasado jueves -10 de mayo- en la acogedora Sala Jardel Poncela del Fernán Gómez (Madrid). Ha sido tan intenso que no he tenido un ratito para ponerme a escribir una entrada. Hoy lunes, día libre, aprovecho para contaros un poco cómo ha ido.

Entramos a montar un par de días antes, el martes y miércoles de la semana pasada. Tuvimos la suerte de contar con la ayuda de Juan Gómez-Cornejo -responsable de nuestro diseño de luces- que vino para echarnos una mano en la adaptación. La sala tiene el techo bajo y el público está dispuesto a tres bandas, Juan sacó el mayor partido a estas peculiaridades. Su trabajo, como siempre, exquisito. 

Juan Gómez-Cornejo, el mago de la luz.

El estreno fue bien, no me sentí especialmente nerviosa aunque, ya se sabe, la energía de los estrenos siempre es un poco tensa; al día siguiente tuvimos un público muy joven. Me sorprendió su entrega y  libertad para reír y llorar. Y, claro, cuando esto ocurre, una vuela. Esta segunda función fue muy bonita, me atrevería a decir que de las más bonitas que hemos vivido hasta la fecha; después nos ha pillado el puente de San Isidro, en el que Madrid se ha quedado prácticamente vacío y ha estado más floja la entrada de público. Pasada la fiesta, parece que remonta la cosa.
Os recuerdo que hasta el día 16 de mayo inclusive hay una oferta en el precio de las entradas: introducir el código REQUIEM-BV.
El día 24 se celebrará un coloquio abierto con el público tras la representación. 

Dos semanas y media

El jueves que viene, 10 de mayo a las 20h, estrenamos en el Teatro Fernán Gómez (sala pequeña). Hemos tardado mucho tiempo, casi dos años, en encontrar un teatro donde mostrar este trabajo en Madrid. Estaremos en cartel hasta el 27 del mismo (librando los lunes). Tan solo son dos semanas y media -que pasarán volando- pero estoy segura de que va a ser una experiencia muy intensa. Ahora que reparo, ¡es el mismo tiempo que duró la hospitalización de mi padre! Qué curioso... Aquellas dos semanas y media fueron toda una vida.