jueves, 1 de marzo de 2018

Segovia

El pasado viernes (23 de febrero/18) actuamos en este precioso sitio ubicado en Segovia. Se trata de San Nicolás, una bella iglesia del siglo XII convertida actualmente en espacio escénico y escuela de teatro cuya responsable es Maite Hernán Gómez (Ay Ay Ay Teatro). Es la segunda vez que tengo la suerte de ser invitada a participar en Los viernes abiertos; la otra ocasión fue hace ocho o nueve años (no recuerdo exactamente) y vine con protAgonizo, primer espectáculo de la compañía. Era uno de los primeros bolos que realizaba, recuerdo la emoción tan grande que suponía iniciar la gira de un espectáculo propio. Maite fue de las primeras personas que confió en el trabajo de ROTURA producciones, la estoy muy agradecida.
El aforo en las dos ocasiones ha estado completo. Es una gozada cuando te encuentras una sala tan bien gestionada, con un público creado y deseoso de disfrutar del acontecimiento teatral. Salió una función muy bonita, el público estuvo muy entregado.


Hubo otro ingrediente que aumentó el encanto de esta función y fue la asistencia de Julio, nuestro vecino en Caballar, pueblo de Segovia en el que reside mi compañero. 
Hace dos veranos, durante una de las tardes que solemos pasar en el banco, le leí el texto de Réquiem. Cuando terminé lo noté emocionado, me preguntó si no podría dárselo a leer a su hija. En ese momento me di cuenta de que podría tener -quizá- algún interés para otras personas y decidí intentar montar un espectáculo con ello. Digamos que Julio es un poco el padrino de Réquiem, ha sido una alegría poder tenerlo el otro día en primera fila. Cuando acabó el espectáculo lo invité a subir al escenario donde, tras esta misma explicación, recibió un caluroso aplauso del público. Fue bonito, bonito.

Julio
Próxima actuación 8 de marzo. Teatro Principal de Zamora.

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