jueves, 23 de febrero de 2017

Morla

Morla, la tortuga que habita en el jardín de la sala Guindalera, acaba de despertar de su largo letargo. Dicen en el teatro que es muy buena señal que lo haya hecho coincidiendo con las muestras de Réquiem. Parece ser que ha querido estar también en el ajo. Es que es completamente vegetariana, matizan. Hoy montaje de luces todo el día.

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