Fin de temporada

Iniciamos una nueva etapa. Hasta ahora, desde que se comenzó a gestar este proyecto (ha hecho ahora en junio dos años), hemos contado con el trabajo de una distribuidora que se ha encargado y luchado por conseguir que nos salieran funciones. De hecho, gracias a ella, es que pudimos realizar las dos semanas y media de temporada en el Fernán Gómez. Tengo que agradecer, y mucho, que confiara en nuestro espectáculo aún a riesgo de no ser lo suficientemente 'comercial', o lo que se entiende por comercial en los parámetros actuales de mercado. Aclaro que hemos terminado de manera amistosa, nos tenemos mucho aprecio, pero hemos hecho un frío balance del 'negocio' que tenemos a medias y la cosa no ha funcionado como esperábamos. Hay que reconocerlo: el espectáculo no se vende. Esto, lógicamente, es algo doloroso y frustrante para ambas partes pues no se ha escatimado en poner mucho trabajo y mucha ilusión pensando que nos resultaría más fácil. 

Paradójicamente, por mi parte, tengo la experiencia de que el espectáculo funciona fantásticamente con el público; también hemos tenido muy buenas críticas (están colgadas en un gadget a la derecha). Todo eso hace que una parte de mí se resista a tirar del todo la toalla, pienso que el espectáculo podría o debería dar aún mucho de sí. Necesitaría, eso si, que los dioses o los hados tuvieran el capricho de soplar los vientos en dirección más favorable. Ahora mismo me siento un poco desgastada para tomar las riendas de la distribución y ponerme a escribir a todos los programadores; son, además, unas fechas malísimas: las temporadas acaban de cerrarse y lo que toca ahora es cerrar chiringuitos e irse de vacaciones.

Tenemos, eso sí, cinco funciones por delante después del verano: el 13 y 14 de octubre en la sala Arimaktore de Barakaldo y el 9, 10 y 11 de noviembre/18 en la sala Artika de Vigo. Estas actuaciones se podrán realizar porque nos han concedido la ayuda a gira del Ministerio y las vamos a hacer a taquilla, condiciones que sin dicha ayuda serían imposibles de asumir, tanto para la compañía (sufragar los gastos) como para dichos teatros que no gozan de presupuesto para contratar a compañías de fuera. Es una alegría que podamos beneficiarnos mutuamente y con ello el público de Barakaldo y Vigo que desee venir. Mientras eso llega, que paséis un buen verano. 

Madre mía, ¡qué difícil se presenta esto de resistir dedicándonos a hacer teatro!

Foto Rosa Herrera